EFEMÉRIDES | 23 de enero 1958: Venezuela conmemora la recuperación de la democracia con la consigna “traidores nunca”


El 23 de enero de 1958, el pueblo de Venezuela, en unión cívico-militar, se levantó contra el gobierno dictatorial de Marcos Pérez Jiménez, con la bandera de recuperar su libertad y la democracia en el país.

Los hechos acaecidos en esa histórica fecha hicieron que Pérez Jiménez abandonara el país rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial llamado la “Vaca Sagrada”.




Dirigentes políticos y personalidades se dieron cita en el Palacio de Miraflores, donde nombraron una Junta de Gobierno Provisional que convocó a elecciones para diciembre de ese mismo año (1958).

Otras de las acciones fue la liberación de los presos políticos, se amplió la Junta Patriótica con sectores independientes.

A partir de allí se erigió una nueva etapa en la historia de la Venezuela contemporánea.

Los venezolanos exigieron otro sistema de gobierno, que les permitiera elegir sus autoridades, se respetara el Estado de Derecho, la libertad, la vida, la pluralidad del pensamiento.

Sin embargo, los representantes de Fedecámaras, Acción Democrática, Copei, entre ellos, Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Jovito Villaba, acompañados de militares de derecha y personeros de la embajada de Estados Unidos, traicionaron esas esperanzas. 

La lucha que unió a adecos, copeyanos, socialistas y comunistas, duró poco, ya que adecos y copeyanos hundieron lo que se deominó como democracia representativa en un pacto de entrega de la patria a las transnacionales, un pacto para sumir al pueblo en la pobreza, un pacto de persecución y muerte a la disidencia, un pacto de muerte y hambre: el pacto de Punto Fijo.


El 23 de enero el pueblo tomó el poder, pero pocos meses después, esa dirigencia política que los llevó a pelear por la democracia los abandonó.
Hoy 23, el pueblo venezolano recuerda a los mártires perseguidos y asesinados por el pacto de Punto Fijo, Jorge Rodríguez, Fabricio Ojeda y Alberto Lovera, para no mencionar los miles de desaparecidos de las manos ensangrentadas de quienes dirigieron por mucho tiempo los destinos de la Patria de Bolívar.
Principales causas de la caída de la dictadura
Al profundizar en las causas que derivaron en la caída de Pérez Jiménez, hay que señalar fundamentalmente dos aspectos. En primer lugar, la crisis militar, originada a partir de los mencionados sucesos del 1 de enero de 1958, los cuales trastocaron el poder absoluto que hasta entonces tenía en el seno de las Fuerzas Armadas.
En tal sentido, el alzamiento de los oficiales de la Fuerza Aérea en la Base de Boca de Río, cercana a la ciudad de Maracay y del cuerpo de blindados del cuartel Urdaneta de Caracas al mando del teniente coronel Hugo Trejo, produjo o evidenció una crisis de liderazgo en la institución castrense, según reseñan varios medios digitales venezolanos. 
En segundo lugar, la crisis política en el propio seno del gobierno producto de la descomposición y fraccionamiento del mismo a raíz del plebiscito de diciembre de 1957. Esta acción originó dos cambios de gabinete sucesivos, los días 10 y 13 de enero de 1958 respectivamente, y la salida hacia el exterior de los personeros más cercanos a Pérez Jiménez vetados por las Fuerzas Armadas: Laureano Vallenilla Lanz, ministro hasta entonces del Interior, y Pedro Estrada, jefe de la policía política del régimen: la Seguridad Nacional.
A partir de los sucesos del 1 de enero y ante la manifiesta crisis política y militar del régimen perejimenista, comenzaron a publicarse diversos manifiestos en contra del gobierno tambaleante, firmados por hombres y mujeres de diferentes campos de la actividad económica, profesional y cultural, así como pronunciamientos públicos de instituciones nacionales como el Colegio de Ingenieros, la Asociación Venezolana de Periodistas, federaciones obreras y sectores empresariales que hasta ese momento no habían manifestado abiertamente su repudio a la dictadura.
Todas las acciones de calle en contra del régimen dictatorial de Pérez Jiménez, tuvieron su momento cumbre en la huelga general del 21 de enero, movilizada por la Junta Patriótica (unión de los diversos partidos políticos), junto a estudiantes, empresarios y las masas populares, la cual tomó un carácter unitario que prestó el apoyo necesario a los oficiales alzados.
Hoy, a 61 años de esa histórica fecha, la mayoría del pueblo venezolano se moviliza en unión bajo la consigna leales siempre, traidores nunca, para apostar por la paz, la soberanía y reivindicar las conquistas sociales que desde la llegada de la Revolución Bolivariana disfruta el pueblo, más allá de los intentos imperiales de socavar la Patria.   
Por su parte, la dirigencia opositora con guiones repetidos de llamados fuera de la Constitución, una Asamblea Nacional en desacato y con una Junta Directiva nula, intenta agrupar a otro sector de la sociedad venezolana con la premisa de intentar rescatar las bases de ese pacto que traicionó y que surgió a partir de la rebelión del pueblo contra Pérez Jiménez, donde las cúpulas políticas y empresariales del país, fallaron a la convicción libertaria y las ganas de un pueblo de vivir en una democracia plena.